Primera cita, a ciegas

augusto-alvarez-rodrich-210x280Diálogo gobierno-oposición: lento … pero se mueve.

Con las primeras citas realizadas y la invitación enviada por el premier Juan Jiménez a Alan García y Keiko Fujimori, se sigue avanzando en el proceso indispensable de que la política peruana recupere capacidad de diálogo, pero el camino pendiente será lento, complejo y riesgoso.

Las primeras reuniones tuvieron un espíritu positivo, pero la prueba de fuego será con el Apra y el fujimorismo. Es auspicioso que el ex presidente García asegurara inmediatamente su participación, lo cual debiera motivar a Fujimori a repensar su ausencia en la primera cita. Pero incluso si Fuerza Popular se retira, el diálogo debe continuar.

A los líderes de la oposición les conviene estar presentes en el diálogo, tanto por si este sale bien como por si fracasa, pues lo menos que les convendría es que el ciudadano crea que eso fue por su responsabilidad.

En el camino, el premier Jiménez  ha empezado a ganar un espacio político de cara a la oposición, algo que es importante en el sistema político.

Lo avanzado hasta ahora es consecuencia de la sensatez del gobierno de querer cambiar el rumbo de colisión en el que iba, y de la generosidad de un sector de la oposición de darle el beneficio de la duda a este proceso que recién empieza.

La discrepancia entre gobierno y oposición es inherente e indispensable en una democracia, pero esta debiera conducirse con cierta altura. Por ello, un logro ya conseguido es que se le han bajado los decibeles al pleito creciente que estaba en marcha, algo cuya importancia no se debe desdeñar pues estaba produciendo un desgaste innecesario del gobierno, la oposición y del país.

De paso, los periodistas deberíamos tomar nota del nuevo clima para, sin dejar de informar con veracidad, evitar el adjetivo de más que mueva el bote más de lo debido.

Empezar a recuperar la capacidad de diálogo en la política, elevando la tolerancia a la discrepancia y el respeto al que opina distinto, es crucial porque la forma es relevante en política, pero insuficiente pues el fondo también importa y mucho.

Quizá haya sido un acierto evitar ponerle una agenda específica al inicio del proceso, pues primero se requiere generar un poco de confianza, pero gradualmente habrá que meterle más carne y papa al caldo.

En el camino, será indispensable el cuidado de las formas y, en este sentido, es crucial que el principal responsable del diálogo y potencial beneficiario si este sale bien –el presidente Ollanta Humala–, cuide sus comentarios sobre la oposición, algo que no ha estado ocurriendo.

El gobierno no debe olvidar que si la ciudadanía percibe que este diálogo solo es una mecedora para ganar tiempo –sabrá Dios para qué–, el principal perjudicado acabará siendo el propio presidente Humala.

Fuente: La República