Cuidado que la siguiente no sea ronda sino round.
Este sábado, un mes después de su anuncio, culmina la primera ronda del diálogo convocado por el premier Juan Jiménez, dejando en el aire preguntas como ¿qué sigue ahora?, ¿quién paga la segunda ronda? o ¿la que sigue será round?
Hasta ayer, el premier se había reunido –acompañado de un grupo cambiante de ministros, según el visitante de turno– con el PPC, Perú Posible, Somos Perú, Solidaridad Nacional, Partido Humanista, Cambio 90, Restauración, Acción Popular, Unión Regional y el Apra.
Y esta semana el premier Jiménez recibirá a Perú Más de Pedro Pablo Kuczynski y el fujimorismo el miércoles, y a Alianza para el Progreso de César Acuña el viernes.
Un logro de este mes de ‘diálogo’ ha sido bajarle los decibeles a la trompeadera creciente que, chaira en mano, iba en marcha, así como mejorar los modales en la política.
Esto es importante pues, sin perjuicio de que una democracia requiere de un gobierno y de una oposición con puntos de vista diferentes, el respeto es fundamental.
Las buenas maneras son, sin embargo, necesarias pero insuficientes para un contexto como el actual y, en general, para cualquier momento. ¿Y ahora qué sigue?
Según informa la PCM, ahora “se inician los encuentros a nivel técnico con los equipos de las agrupaciones políticas, en los cuales se buscará afinar los puntos de vista y, sobre todo, precisar los consensos”.
Ese camino, sin embargo, implica el riesgo de que esta convocatoria a un diálogo, que fue importante en un momento caliente de la política peruana, se diluya y, dentro de un mes, ya nadie sepa en qué anda el proceso, y empiece el nuevo round.
Mejor sería que, culminada la última reunión con APP, este viernes, el premier Jiménez haga un balance de lo realizado, destaque el nuevo clima político conseguido, efectúe un resumen de las áreas de preocupación principal de los distintos partidos, y anuncie que estos asuntos se ventilarán en distintas instancias que pueden ir, según el tema, desde el Acuerdo Nacional, el Congreso, o grupos de trabajo convocados por un ministerio determinado.
A la PCM le compete, en este proceso, efectuar una supervisión o monitoreo de la marcha del debate en esos ámbitos, e ir incorporando aquellos que coincidan con su visión, pues lo que no debe olvidarse es que esta convocatoria fue principalmente para dialogar y no necesariamente para cogobernar.
Pero, finalmente, lo que sigue será ‘ronda’ o ‘round’ dependiendo de la expectativa real de cada dialogante –gobierno y las oposiciones–, algo que recién empezará a revelarse en los próximos días.
Fuente: La República